Nos inspiran
Personas y proyectos que están consiguiendo que hablemos de cuidados en todos los ámbitos: familiar, sanitario, social, cultural, público... Cuidopía te invita a descubrir la sociedad de los cuidados a través de su mirada.
Personas y proyectos que están consiguiendo que hablemos de cuidados en todos los ámbitos: familiar, sanitario, social, cultural, público... Cuidopía te invita a descubrir la sociedad de los cuidados a través de su mirada.
“Me ofrecen los cuidados que necesito. Y cuando he pasado unos días malos, se han portado todos muy bien, son muy profesionales”. Carmen tiene 84 años y hace cuatro que vive en el Centro de mayores Fundomar de Bermejales (Sevilla). María, de 48 años, sin embargo, acaba de llegar: ha sido la trabajadora en incorporarse más recientemente a este centro. En octubre de 2022 comenzó su formación para obtener el Certificado de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes gracias a una Beca Cuidopía, en el marco del programa de Acción Social de Janssen y Johnson & Johnson España. Tras varios meses de formación teórica, María completó sus prácticas en marzo de 2023 en el mismo centro donde vive Carmen, y allí mismo ha sido contratada como cuidadora profesional días después. “Este es el cambio que necesitaba. He encontrado lo que yo estaba buscando. Me gusta mucho cuidar a personas mayores”, comparte María. Este es ya el tercer año que se lleva a cabo el programa de formación de las Becas Cuidopía en Sevilla de la mano de Fundación Doña María (Fundomar) bajo la coordinación de Fundación Tomillo y con la colaboración de la Junta de Andalucía y el Servicio Andaluz de Salud (SAS). El índice de inserción laboral de las personas que se han formado en las pasadas ediciones alcanza el 70%de las iniciativas que en un sector donde cada vez hay más demanda.
La Fundación 26 de Diciembre trabaja para las personas mayores de 60 años del colectivo LGTBIQ+. Son más de un millón, de las que el 80% viven una situación de soledad no deseada. A diferencia del resto de mayores, tienen una historia protagonizada por la discriminación y la no aceptación. En la mayoría de los casos fueron repudiados por sus familias y por la sociedad. Y eso deja huella.
Si Marta y Blanca quedasen para verse en alguna cafetería o compartiesen el banco en un parque, probablemente muchas personas podrían pensar que son abuela y nieta. Sin embargo, hace unos meses que se conocieron y, a pesar de la diferencia de edad, son grandes amigas. Mientras Blanca se recupera de la caída que sufrió saliendo sola a la calle, el salón de su casa es el espacio donde comparten juntas una tarde a la semana, el tiempo al que Marta se ha comprometido como voluntaria del programa de acompañamiento a personas mayores de la Fundación Grandes Amigos. Un tiempo del que, como indican ambas, disfrutan y aprenden mutuamente.
La madre de Blanca murió siendo ella una niña y fueron unos tíos suyos quienes se encargaron de cuidarla siendo tan solo un bebé. Con 28 años, Blanca llegó a Madrid desde su pueblo en Asturias a vivir con otra tía suya a la que cuidó hasta que se casó. Después, fue su padre el que se vino a vivir con ella cuando empezó a no poder valerse por sí mismo. Y hasta hace unos años, también cuidó de su marido. “Tengo dos sobrinos por parte de mi marido y otra sobrina de mi hermano. Me llaman y vienen a verme de vez en cuando", explica Blanca. A ellos se suman las visitas de antiguas vecinas y ahora, su cita semanal con Marta, a la que ha conocido a través del programa de voluntariado de la Fundación Grandes Amigos a través de Cuidopía.