Nos inspiran

Según el Instituto Nacional de Estadística, en España hay 3 millones de familias que conviven con alguien que necesita ser cuidado. Pero si nos paramos a pensar en los cuidados desde una perspectiva más amplia, ¿quién no ha cuidado o ha sido cuidado alguna vez en su vida? El cuidado es un aspecto inherente al ser humano y en tiempo de pandemia, su necesidad se ha hecho patente en todos los ámbitos de nuestra sociedad. ¿Reconocemos en todo su valor a las personas que cuidan? Como parte de este reconocimiento y para aportar nuestro granito de arena, se crearon las becas Cuidopía.
Gloria quería ser maestra desde pequeña, y para eso se formó. Pero la vida da muchas vueltas y a los 40, sin perspectivas de empleo fijo, decidió reciclarse profesionalmente. Gracias a una beca Cuidopía, lo ha conseguido. Hoy recorre cada día en bicicleta los barrios madriñelos de Vallecas y Moratalaz para combinar dos trabajos a tiempo parcial: el acompañamiento de un niño al colegio por la mañana y el cuidado en una residencia de mayores por la tarde.
Ana María, como miles de personas, vivió en su entorno familiar la experiencia de convertirse en cuidadora. Después de cuidar de su madre llegaría la oportunidad de cuidar de las madres de otras. Descubrió así que eso es lo que ella quería hacer: trabajar cuidando. Pero si algo aprendió en el camino era que para cuidar es importante tener una formación.
La pasión de Guido y Juan por los cómic, los juegos de mesa y los videojuegos les predestinaba a una profunda relación, más allá de las urgencias de un hospital. Su primera novela gráfica, "El club de las batas blancas" fue un fenómeno en redes. Tras compartir primera línea de cuidados como médicos de urgencias en Madrid, firman la serie #Cuidopiso para Cuidopía.